Las Muñecas de Trapo y la Reforma Fiscal

Toco en especial un punto que afecta a los artesanos, no al grupo que ya está industrializado, sino a aquellas muchas familias que viven del más antiguo legado familiar, y que proviene en muchos casos de épocas prehispánicas y coloniales, de tiempos ancestrales que, como en las mejores tradiciones y costumbres familiares de quienes aún después de haber sido brutalmente diezmados, han acogido en su tierra a los descendientes de sus conquistadores, los que aún ahora siguen cobrándoles el derecho a explotar no sólo sus tierras, también su trabajo. Hablo de estas familias mexicanas que en su lucha por subsistir, siguen elaborando “a mano” piezas artesanales en madera, trapo, piel, etc, que con la misma destreza que lo hacían sus padres y estos a su vez de los suyos, obtienen de este legado familiar, el sustento diario.
Desafortunadamente para nosotros, pero más para ellos, las nuevas leyes los obligan a enrolarse en ese sistema tan complicado incluso para quienes accedieron a un grado superior de educación, que se llama HACIENDA,hora con nuevos dueños.
Alguna vez, tuve que preguntarle al jefe de una de estas familias de artesanos si podría ponerle una tela diferente a unas Muñecas de Trapo pues un cliente quería otro color, el jefe de la familia me miró y dijo
-Esas no las hacemos, hacemos estas que siempre hacemos”
¡Claro que quiero las que hacen, solamente que con una tela diferente! respondí como disculpandome.
- ¡Entonces no son las que hacemos!
Pero es solamente un Pequeño cambio!- le comenté. Y me dijo
- Entonces, no son las que hacemos, mi Tata siempre usaba esta tela y es la misma que mi papá me dijo que le ponga, no se puede cambiar, así tienen que hacerse” Y fue su última palabra y la última vez que que tocamos el tema.
El sábado que nos reunimos con las familias que hacen artesanos, les comentamos que a partir de enero tendrían que darse de alta en Hacienda para expedirnos los comprobantes y que nosotros pudiéramos venderles las muñecas y la respuesta fue la misma que en la ocasión anterior. “Nosotros siempre lo hemos hecho así, y si no pueden ustedes seguir vendiendo nuestras muñequitas, no se preocupe Don, no necesitamos vender tantas, muchas gracias”